jueves, 8 de septiembre de 2011

Expresión del placer

Llevaste los dedos hacia la ranura con suma delicadeza y después de un poco de presión, flexionaste tu brazo llevándote a la boca lo que obtuviste. No podía percatarme del contenido. Mi vista fue deficiente y aquello me era indescifrable. Me acerqué más a tu cuerpo. Vi que tu palma transitó hasta donde emana tu aliento, que se entreabrió como cuando me diriges la palabra. Pero tu silencio se enmarcaba por el ruido ajeno. Recordaba ese olor de tantos tiempos. Para ti era cual perfume, embriagante. Apretándolos entre sí, para luego abrirlos un poco, tus labios me fueron la expresión del placer. 
-ICA-