A
nadie le ha de extrañar que ya no escriba. Así he sido. Totalmente inconstante,
imprecisa. No hay fecha en que me decida a escribir. No hay lectores frecuentes
de este blog así como no hay qué leer de nuevo que mantenga a la expectativa. O
quizá sí, eso es lo característico. Nunca saben cuándo aparecerán nuevas letras
blancas sobre fondo negro. Probablemente esto no sea más que el reflejo de una
ególatra que ha decidido guardarse tantas cosas que piensa –y no, no presumo.
He dicho más de lo que he escrito últimamente. Igual también lo he maquinado
desde el rincón inaudito que es mi cabeza y que no encuentra su punto de
conexión con la realidad más que esta puerta de la que hoy sólo opté por la
mirilla.
jueves, 21 de junio de 2012
miércoles, 9 de mayo de 2012
Posibilidades del análisis
Definitivamente encontrarse con un texto puede
cambiar la perspectiva de las cosas. Faltaba una hora para entrar con JMM y
traía conmigo Crónica de la Intervención
de Juan García Ponce. El capítulo que seguía, en mi detenida y lenta lectura,
tenía un título sugerente: Posibilidades. Nadie me advirtió, ni siquiera el
autor, qué era lo que encontraría en esas páginas. (El estilo de GP no permite
advertir de qué tratará el capítulo siguiente, ni mucho menos quién era el
personaje principal que hablará o será hablado). Con una precisión de pronto
matizada y alejada de la realidad, vino la identificación.
El analista reproduciendo la grabación del análisis
de María Inés. Reproducción del habla de una mujer que se hace a partir de los
demás, según su propia descripción. Un habla que se lee para nada titubeante y
sin embargo, que se va dispersando en los entresurcos de su discurso. Me
explico: un discurso continuo, según la lectura, con dos o tres pausas pero sin
una linealidad temática. Una vuelta a sí misma en tiempos diferenciados y desde
otros(as) personas con las que se relacionó, aquéllos que configuraron
distintas mujeres –niña, hija, novia, amante, esposa–. Con cuestionamientos que
ella misma se responde y ante las pocas intervenciones del analista, el habla
dicho inicialmente y escuchado por segunda vez continúa. Pero había una
libertad disfrutable: la sexual. Espacio en que se dejaba ser por los otros.
Aceptar que era ninfómana y en ello se hacía a sí misma.
domingo, 15 de abril de 2012
Comfortably Numb
Hello? Hello? Hello?
Is there anybody in there?
Just nod if you can hear me.
Is there anyone at home?
Come on now
I hear you're feeling down.
Well I can ease your pain
Get you on your feet again.
Relax.
I'll need some information first.
Just the basic facts.
Can you show me where it hurts?
There is no pain you are receding
A distant ship smoke on the horizon.
You are only coming through in waves.
Your lips move but I can't hear what you're saying.
When I was a child I had a fever
My hands felt just like two balloons.
Now I've got that feeling once again
I can't explain you would not understand
This is not how I am.
I have become comfortably numb.
O.K.
Just a little pinprick.
There'll be no more, ah!
But you may feel a little sick.
Can you stand up?
I do believe it's working, good.
That'll keep you going through the show
Come on it's time to go.
There is no pain you are receding
A distant ship, smoke on the horizon.
You are only coming through in waves.
Your lips move but I can't hear what you're saying.
When I was a child
I caught a fleeting glimpse
Out of the corner of my eye.
I turned to look but it was gone
I cannot put my finger on it now
The child is grown,
The dream is gone.
I have become comfortably numb.
Is there anybody in there?
Just nod if you can hear me.
Is there anyone at home?
Come on now
I hear you're feeling down.
Well I can ease your pain
Get you on your feet again.
Relax.
I'll need some information first.
Just the basic facts.
Can you show me where it hurts?
There is no pain you are receding
A distant ship smoke on the horizon.
You are only coming through in waves.
Your lips move but I can't hear what you're saying.
When I was a child I had a fever
My hands felt just like two balloons.
Now I've got that feeling once again
I can't explain you would not understand
This is not how I am.
I have become comfortably numb.
O.K.
Just a little pinprick.
There'll be no more, ah!
But you may feel a little sick.
Can you stand up?
I do believe it's working, good.
That'll keep you going through the show
Come on it's time to go.
There is no pain you are receding
A distant ship, smoke on the horizon.
You are only coming through in waves.
Your lips move but I can't hear what you're saying.
When I was a child
I caught a fleeting glimpse
Out of the corner of my eye.
I turned to look but it was gone
I cannot put my finger on it now
The child is grown,
The dream is gone.
I have become comfortably numb.
viernes, 9 de marzo de 2012
Mi primera vez
Transcurría mi día con normalidad. Había tenido un
día exhaustivo, primero clase de posgrado, luego Teoría Pedagógica. Me dirigía
a comer y esperaba llegar pronto. Mis acompañantes no pensaron que hubiera
pasado algo, yo igual. No pasaron por mi cabeza posibles secuelas y el dolor no
era insoportable… hasta que lo fue. Sentí el frío del hielo que me coloqué esperando
reducir la inflamación hasta que se durmió la zona. El día siguiente transcurrió
con poco movimiento y hielo cada hora. Pero mi pie no cedió y tuve mi primera
vez.
Mi primera vez siendo inmovilizada por el yeso. No
puedo relatar el dolor que sentí cuando acomodaron mi pie para que se formara
correctamente la férula. No lo había sentido, ni lo quiero volver a sentir. Me
molesta no ser autosuficiente, de ver que todo se mueve alrededor y uno sólo
puede seguir con la vista. Las muletas ayudarán a moverme yo sola, pero ¡cuesta
una infinidad de trabajo!
Di un mal paso y me puse un ‘estate quieta’, quizá
lo necesitaba, un poco de descanso y consentimiento. A divertirme estando en
reposo.
miércoles, 8 de febrero de 2012
Poco antes de que den las diez
Joan Manuel Serrat. Poco antes de que den las diez
Te levantarás despacio
poco antes de que den las diez
y te alisarás el pelo
que con mis dedos deshilé,
y te abrocharás la falda,
y acariciarás mi espalda
como un "Hasta mañana",
y te irás sin un reproche,
te perderé con la noche
que llama a mi ventana,
y bajarás los peldaños
de dos en dos, de tres en tres.
Ellos te quieren en casa
poco antes de que den las diez.
Vete.
Se hace tarde.
Vete ya...
Vete ya.
Y en el umbral de mi puerta
poco antes de que den las diez,
borrarás la última huella
que en tu cara olvidé.
Y volverás la cabeza
y me dirás con tristeza
"Adiós" desde la esquina
y luego te irás corriendo,
la noche te irá envolviendo
en su oscura neblina.
Tu madre abrirá la puerta,
sonreirá y os besaréis.
La niña duerme en casa...
y en un reloj darán las diez.
poco antes de que den las diez
y te alisarás el pelo
que con mis dedos deshilé,
y te abrocharás la falda,
y acariciarás mi espalda
como un "Hasta mañana",
y te irás sin un reproche,
te perderé con la noche
que llama a mi ventana,
y bajarás los peldaños
de dos en dos, de tres en tres.
Ellos te quieren en casa
poco antes de que den las diez.
Vete.
Se hace tarde.
Vete ya...
Vete ya.
Y en el umbral de mi puerta
poco antes de que den las diez,
borrarás la última huella
que en tu cara olvidé.
Y volverás la cabeza
y me dirás con tristeza
"Adiós" desde la esquina
y luego te irás corriendo,
la noche te irá envolviendo
en su oscura neblina.
Tu madre abrirá la puerta,
sonreirá y os besaréis.
La niña duerme en casa...
y en un reloj darán las diez.
lunes, 23 de enero de 2012
A puerta cerrada
Desde el 8 de septiembre
del 2011 no había escrito para esta plataforma. Sin poder dormir, las razones
iban desde la pérdida de la realidad hasta la inmersión más absoluta en ella.
¿Será que habré cerrado frente a mí la puerta a la realidad? O ¿quedó cerrada
tras de mí habiéndola cruzado? Fueron ambas. Un vaivén que duró hasta las
inevitables ganas –ojo, que no exigencias– de escribir. –Estoy tentada a
escribir que deseaba ver en papel lo que se me viene a la mente, haciendo que
mi mano, empuñando la pluma, repita con tinta haciendo surcos negros en el
blanco. Pero tendría que admitir que mi mano fuera una extensión de la pluma
que no tengo, y pensar que mis dedos escurren la tinta que no mancha. Es un darme
cuenta que sólo estoy frente al ordenador–.
De todas formas, he decido
más bien dejar la puerta a la realidad abierta. Pues parece que es en su marco
en el que la realidad se esconde. Dejaré que se abra para uno o para otro lado.
Cerré la puerta frente a
mí, pues quise armar de ficción la realidad. Darme tiempo de soñar aún sin
dormir, pensar más allá de las referencias. No me cuestiono si, entonces, quedé
en la obscuridad o más bien la teñí de luz. De cualquier manera la ceguera me
acompaña desde siempre y las gafas sólo la esconden cuando han sido capaces de
seducirla. Cerré la puerta detrás de mí una vez atravesado el marco. Sin duda
lo hice. Pero ya no sé qué realidad me recibió en sus arcas. Las bondades me
fueron dadas a manos llenas y la ficción se confundió. No más lo estoy yo. Una
realidad ficcionada que cierra la puerta a la realidad o una ficción realizada
que cerró la puerta a la realidad ficcionada.
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